El mundo en llamas: ‘Espacios de libertad’, con Juan Pablo Fusi

Debates/Conferencias

Entrada libre hasta completar aforo

Sala 008

 

El mundo en llamas

El relato histórico es complejo y está repleto de incertidumbres, pero indudablemente, es ya un lugar común por todos asumido, que el conocimiento que nos ofrece la Historia es la mejor manera de comprender el presente y plantearse el futuro; sin embargo, la Historia como ciencia no puede, ni debe, establecer una hermenéutica, fija y universal, basada en esquemas y conclusiones que se repiten, y se aplican, inexorablemente, a lo largo del tiempo; al contrario, los acontecimientos están sujetos a múltiples puntos de vista y a diversas interpretaciones, por ese motivo, el incesante fluir de los fenómenos sociales demandan nuevas lecturas y nuevas pautas de estudio. En este sentido, las fuentes históricas no son sino un material que debe moldearse constantemente.

Debe quedar claro que el ciclo de conferencias que ahora presentamos, y que hemos titulado El mundo en llamas, inicia su recorrido sin la pretensión de imponer discursos inamovibles sino lógicos, dialécticos; procuraremos convertirnos en una plataforma que utilice la discusión y el diálogo para abordar y explicar los conflictos, en que actualmente nos hallamos inmersos, bajo una continua revisión y con planteamientos novedosos. En la sociedad en que vivimos, en la que se han radicalizado el escenario político, necesitamos estudiar la génesis, el origen, lo que nos antecede. Precisamente de nuestro refranero extraemos la famosa frase: “De aquellos barros, estos lodos”; la reflexión histórica es, por tanto, más que necesaria, para clarificar la situación en la que estamos implicados, el porqué hemos llegado aquí, a este mundo que se incendia periódicamente; sería muy fácil argüir que la distensión es una utopía, o que definitivamente no hay soluciones a corto plazo, pero aún así el registro de los sucesos anteriores ilumina los fenómenos que hoy por hoy nos preocupan.

Las corrientes socio-políticas que imperan en la actualidad –populismo, fanatismo, nacionalismos, nuevas formas de terrorismo, demagogia, crisis de los sistemas de integración internacional, fractura de la representación democrática tradicional, entre otras cuestiones– no han nacido de forma espontánea sino que hunden sus raíces en una amalgama de sucesos que ocurrieron siglos anteriores y cuyo estudio nos ofrece una herramienta fundamental de esclarecimiento.

Espacios de libertad

Exaltación nacionalista, glorificación del espíritu y los valores militares, ferviente catolicismo, hispanidad y preferencia por formas y estilos clásicos y tradicionales fueron los principios que en un primer momento definieron la cultura franquista.

En los años de la posguerra, por lo general el arte público fue militante y conmemorativo, la literatura y el cine extremadamente ideologizados, mera propaganda, y la historiografía en los años cuarenta retóricamente nacionalista. La Iglesia monopolizó la educación, ejerció la censura moral de espectáculos y libros, y mantuvo prensa, editoriales y medios de comunicación propios. En ese contexto, el cambio cultural que fue produciéndose en España desde la década de 1960 fue un hecho histórico de importancia considerable. Protagonizada pronto por personalidades y obras de indudable interés, la cultura española supo conquistarse, a pesar del franquismo, ámbitos propios de libertad. Todo ello supuso nuevas formas de entender y de explicar la realidad: nuevas formas también de repensar España. Con unas ciencias sociales interesadas en la democracia como sistema, la cultura española tuvo así función formativa en la reinvención, y por tanto en la recuperación, de la democracia en España.

Juan Pablo Fusi Aizpurúa (San Sebastián, 1945) es actualmente catedrático emérito de la Universidad Complutense de Madrid. Formado en Oxford, con Raymond Carr, entre 1976 y 1980 fue director del Centro de Estudios Ibéricos del St. Antony’s College de esa universidad, catedrático luego de las universidades de Cantabria, País Vasco y Complutense, y de 1986 a 1990 director de la Biblioteca Nacional (Madrid). Ha sido director académico del Instituto Universitario Ortega y Gasset y de la Fundación Ortega y Gasset desde 2001 a 2006. Ha publicado, entre otros libros, El País Vasco. Pluralismo y nacionalidad (1983); Franco, autoritarismo y poder personal (1985); España 1808-1996. El desafío de la modernidad (con Jordi Palafox); España. La evolución de la identidad nacional (1999); La patria lejana. El nacionalismo en el siglo xx (2003); Identidades proscritas. El no nacionalismo en sociedades nacionalistas (2006); El espejo del tiempo (2009) e Historia del mundo y del arte en Occidente (2014), ambos con Francisco Calvo Serraller; Historia mínima de España (2012); Breve historia del mundo contemporáneo (2013); El efecto Hitler (2015) y Breve historia del mundo. De la Edad Media hasta hoy (2016). Es miembro de Jakiunde (Academia Vasca de Ciencias, Artes y Letras) y desde 2015, de la Real Academia de la Historia.

 

 



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