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La muestra se podrá visitar en el Patio de la Casa de la Cultura desde el 2 de febrero al 5 de marzo de 2023
Tras su paso por Benalmádena itinerará, en colaboración con la Alianza Francesa de Málaga, por los municipios de Alhaurín el Grande, Vélez-Málaga y Rincón de la Victoria
La exposición se enmarca dentro de las actividades culturales de la Diputación de Málaga con motivo del 50 aniversario de la muerte del célebre pintor malagueño
Málaga, 2 de febrero de 2023– El centro de cultura contemporánea de la Diputación, La Térmica, dentro de su programa de actividades en la provincia, ha inaugurado hoy 2 de febrero la exposición “Y Picasso recordaba el flamenco” en el Patio de la Casa de la Cultura de Benalmádena (Plaza Austria s/n. Arroyo de la Miel). Así lo ha anunciado el diputado de Mayores, Tercer Sector y Cooperación Internacional, Francisco José Martín, junto a Pablo Centella, concejal de cultura del Ayuntamiento de Benalmádena, Tania Rut Schoham, directora técnica de Cultura, Emmanuel Lafont, artista visual y Francis Mármol, autor de los textos.
El diputado ha celebrado que “esta exposición es una de las primeras actividades culturales de la Diputación de Málaga con motivo del 50 aniversario de la muerte del pintor malagueño más universal. A esta iniciativa se suman el Centro Cultural La Malagueta, el MVA y el espacio expositivo de la Diputación con diferentes muestras en relación a la figura de Picasso”.
La muestra cuenta con la estrecha relación de la Alianza Francesa de Málaga que, tras ser producida y expuesta en su centro en 2018, itinerará por primera vez por la provincia de la mano de La Térmica. Está formada por diecinueve piezas y una obra inédita del artista visual Emmanuel Lafont sobre textos del libro homónimo de Francis Mármol, periodista especializado en este género musical.
Emmanuel Lafont ha trabajado uno a uno los capítulos de este libro novelado para crear su propio relato gráfico. El autor argentino afincado en Málaga derrocha fantasía creativa en 20 escenas que forman una narración paralela con mucho de onírica y surreal. Lafont no ha necesitado representar al pintor más célebre del siglo XX, y es una paloma en su lugar la que simbólicamente atraviesa esta secuencia de recuerdos ficcionados y reales. Todas sus obras están creadas con grafito sobre papel en un formato medio y acompañadas de unas letras flamencas que las definen en su espíritu.
Por su parte, Francis Mármol aporta a cada cuadro unos extractos del texto original que dan pistas sobre quiénes son los personajes representados y cuáles son las historias que nos cuentan.
Por la exposición desfilarán grandes nombres como el cantaor Juan Breva, La Trini, Pepita Oliva, la bailaora La Cuenca, La Rubia de Málaga y el Canario, El Piyayo, el Negro Meric, Félix el Loco, Pepito Vargas, Manitas de Plata, Gades o Antonio el Bailarín, que aún sin estar -la mayoría- de forma figurada en las imágenes de Lafont aparecerán en relación con el pintor de la Plaza de la Merced por elementos simbólicos o abstractos.
Basada en hechos reales pero ficcionados
Los relatos del libro, como la exposición, están inspirados en hechos reales de su infancia que aparecen en muchos casos en periódicos de la época pero que no sabemos si él vivió en primera persona. Y en otros más fidedignos de su madurez que sí conocemos por sus biógrafos.
Así son auténticas algunas referencias a que Picasso tuvo relaciones con los gitanos de Málaga, que le enseñaron a “fumar por la nariz”, por ejemplo y son ficcionados sus encuentros con el Piyayo o el surrealista Negro Meric, a los que tuvo que conocer por las calles de su ciudad, o de los que al menos supo de su música.
Se hace referencia a Lagartijo, uno de los grandes toreros de su época. Se refiere el caso de la bailaora Trinidad Huertas La Cuenca que triunfaba en París o en Nueva York en aquellos años vestida de torero y parece el primer caso de transformismo de la historia del espectáculo español.
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