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La cocina vegetariana está -otra vez- de moda, pero esta vez parece que ha venido para quedarse durante una buena temporada con nosotros. La revolución verde, anunciada por chefs de medio mundo como el nuevo movimiento culinario del siglo 21, inunda las cartas de los restaurantes más chic y llena de color verde y rojo las recetas de miles de revistas y blogs de moda. Su influencia no para de crecer tanto entre jóvenes urbanitas entregados a las últimas tendencias como a amas de casa ávidas de nuevas experiencias gastronómicas sanas y nutritivas.
Más allá de razones éticas o incluso religiosas, hay motivos de peso para acercarse a una dieta libre de productos cárnicos. Además de aportar numerosos nutrientes al organismo, los vegetales fortalecen el sistema inmunológico, son bajos en calorías y ayudan a prevenir numerosas enfermedades. Algunas frutas y verduras -como los mal llamados superalimentos- tienen incluso propiedades curativas, pero ninguna de ellas puede hacer, obviamente, milagros en un ser humano cada vez más obsesionado con el cuidado de su cuerpo.
En toda Europa y parte de Estados Unidos (empezando por California, por supuesto) lo verde es cool, sienta bien y si lleva la controvertida etiqueta “Bio” o “Eco” mejor que mejor. En el viejo continente existen hasta restaurantes vegetarianos galardonados con la preciada estrella Michelin como Tian (Viena), del mediático chef Paul Ivic, toda una hazaña en un país que adora la carne . Aquí en España Rodrigo de la Calle encabeza una revolución verde sin precedentes. Sin ejercer de militante del vegetarianismo, el padre de la llamada Gastrobotánica ha logrado introducir todo tipo de verduras, hortalizas, hongos, semillas, hierbas, flores o frutas en un mundo de la alta cocina donde reinan las proteínas de origen animal. Todo un logro para un cocinero incansable que se ha criado entre huertas familiares humildes y fogones tradicionales.
Málaga tampoco se muestra impermeable a este imparable movimiento verde, y aunque no cuente con ningún restaurante vegetariano de cierto nivel, si ofrece numerosos ciclos y talleres centrados en el mundo vegetal a través del centro cultural La Térmica. El próximo día 22 de febrero el cocinero de origen sueco Carlos Navarro Björk ofrecerá dentro del ciclo Cocinado en La Térmica su visión particular de la cocina vegetariana nipona. Experto en elaborar todo tipo de sushis y otras especialidades niponas, Carlos Navarro saltó a las portadas de los medios de comunicación por su meritorio quinto puesto en la final de la World Sushi Cup 2016 celebrada en Tokio. Desde entonces no ha parado de ofrecer talleres y show-cookings de cocina japonesa tradicional y de fusión por todaEspaña. Su formación está avalada por maestros y jefes de cocina como Kengo Tomita, Hirotoshi Ogaway o Mazayoshi Kazato, así como la inspiración de Nobuyuki Matsuhisa para la fusión de técnicas tradicionales y productos de alta calidad de la cocina de vanguardia. Para este taller vegetariano-oriental, Carlos Navarro se atreverá a elaborar cuatro recetas en directo sin productos de origen animal que sorprenderán a los alumnos inscritos tanto por su sabor como por su versatilidad.