No es política para mujeres. Por Tània Verge

Debates/Conferencias

Entrada libre hasta completar aforo.

Sala 001

 

¿Cada vez más iguales?

Desde sus inicios a finales del siglo XVIII, el feminismo reclamó para las mujeres derechos en tres ámbitos: educativo, civil y político, creyendo que su logro sería la condición necesaria y suficiente para una igualdad real entre los sexos. Tres siglos más tarde, en los países occidentales esos derechos han sido obtenidos. El avance, sin duda, es espectacular. Sin embargo, la brecha salarial, la escasez de mujeres en puestos de poder, la trata o la violencia machista nos obligan a reconocer que estamos aún lejos de la igualdad.

Es, pues, el momento de hacer balance. ¿Dónde estamos? ¿Qué hemos conseguido, y qué nos falta? ¿Por qué esos derechos educativos, civiles y políticos en los que habíamos cifrado el logro de la igualdad real han resultado ser insuficientes?… A esas preguntas intentaremos responder en cinco conferencias, que abordarán los grandes temas que afectan hoy a las mujeres: empleo y cuidados, situación política, prostitución y gestación subrogada, violencia de género, y el papel de los hombres en el feminismo.

No es política para mujeres

Ni las instituciones ni los partidos políticos han sido profundamente transformados en una dirección más igualitaria tras la adopción de cuotas de género sino que siguen siendo espacios de participación inhóspitos para las mujeres. Mientras que los patrones de distribución de cargos pueden enmendarse a través de las cuotas, esta solución «simple» es incapaz de abordar la complejidad de las relaciones de poder de género. Hombres y mujeres tienen más o menos acceso a los recursos políticos (incluso ocupando cargos equivalentes) y su trayectoria es más o menos larga (con independencia de los méritos individuales) de acuerdo con ciertas normas de género. El género no sólo opera en el nivel interpersonal, estableciendo jerarquías a partir de construcciones sociales de la feminidad y la masculinidad, sino que es una característica de las instituciones y de las estructuras sociales.

El régimen de género de la política incluye un estilo de liderazgo marcadamente masculino, basado en la agresividad, una asertividad desmesurada y un carácter adversarial, junto a unos arreglos institucionales que discriminan a las mujeres. No sólo los horarios de la política se ajustan a sujetos que tienen la vida familiar resuelta sino que con tales prácticas imponen mayores renuncias a las mujeres. No sorprende pues que entre las personas que se dedican a la política, las mujeres tengan, en general, menos hijos/as que los hombres, o que haya una proporción mayor de solteras y divorciadas.

Incorporar la perspectiva de género al análisis de las instituciones políticas implica identificar normas no escritas y prácticas sesgadas al género o aparentemente neutrales al género pero que producen efectos negativos para las mujeres. Esta identificación permite problematizar la configuración y modus operandi patriarcal actual de las instituciones y plantear una revisión profunda de las mismas.

Tània Verge (Reus, 1978) es doctora en Ciencia Política por la Universidad Complutense y el Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset. Es profesora en el Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la Universitat Pompeu Fabra (UPF, Barcelona). Su investigación se centra en el género y la política, concretamente en las relaciones de poder de género en la participación política y social así como en la adopción e implementación de las políticas de igualdad. Cuenta con numerosas publicaciones y ha sido consultora y formadora en género de diferentes instituciones, fundaciones y organizaciones sociales y políticas ostentando una amplia experiencia en la elaboración de planes de igualdad. Desde 2014 es la directora de la Unidad de Igualdad de la UPF. Es activista en diferentes colectivos feministas.

 



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