Mobiliario urbano más humano. Con Aída Gómez

El arte urbano, una expresión cada vez más omnipresente en nuestras ciudades, no solo sirve como una herramienta potente para fomentar el diálogo dentro de la comunidad, sino que también proporciona una experiencia enriquecedora y divertida. Es una de las formas artísticas más accesibles, permitiendo a las personas interactuar directamente con él en su entorno cotidiano, convirtiéndose así en un símbolo palpable de nuestro poder para transformar creativamente el espacio que habitamos y, por ende, nuestra realidad.

Durante el transcurso de este taller, la artista Aïda Gómez compartirá con los participantes no solo sus procesos de trabajo, sino también una amplia gama de técnicas y posibilidades para llevar a cabo intervenciones artísticas en el espacio público. A través de su experiencia, los asistentes tendrán la oportunidad de explorar cómo utilizar el arte como medio para repensar y redefinir el entorno urbano que nos rodea.

Descubriremos las claves para realizar un ejercicio práctico en torno al mobiliario urbano con la intención de mirar lo cotidiano a través de una lente traviesa.  Desde bancos y vallas hasta estaciones de transporte y papeleras, analizaremos estos elementos de acceso público desde una perspectiva tanto urbanística como artística. ¿Qué características hacen que un elemento sea exitoso en términos de uso público? ¿Cuáles podrían considerarse obstáculos para el desarrollo de la actividad urbana? ¿Cuántos de estos elementos han sido intervenidos y en qué estado se encuentran?

A lo largo de estas sesiones de exploración y reflexión, cuestionaremos nuestra relación con el entorno urbano en el que vivimos. ¿Qué aspectos capturan nuestra atención de manera constante? ¿Qué cosas hemos normalizado sin cuestionar su funcionalidad o estética? ¿Qué cambios consideramos necesarios y cómo podríamos implementarlos de manera efectiva?

Este taller es inclusivo y accesible para personas de todas las edades, desde los 16 años en adelante. No se requieren conocimientos previos, solo una mente abierta y la disposición de experimentar con técnicas creativas que puedan transformar positivamente nuestro espacio público compartido.