Entrada libre hasta completar aforo.
Alhaurín de la Torre, Centro Cultural Vicente Aleixandre. Jabalcuza, 9
En colaboración con el festival In-Edit, La Térmica trae a los municipios malagueños una selección con los mejores documentales musicales de los últimos años en tres categorías: flamenco, grandes nombres y grupos indies. Todos los documentales se emiten en versión original subtitulados al inglés.
GRANDES NOMBRES
3 de mayo de 2018, 20.00 horas
Leonard Cohen: Bird on a wire
Director Tony Palmer
United Kingdom / 105 min. / 1974 / VOSE
El Dont look back de Cohen. Una visión única del cantautor en mitad de su gafada gira mundial de 1972, lidiando con groupies en celo, capeando la hostilidad de promotores y pensando en el porqué de todo. Y las canciones: “Suzanne”, “Sisters of mercy”, “So long Marianne”… Un sabio de la música popular cazado en un instante crucial.
El Dont look back de Cohen. Una visión única del cantautor en mitad de su gafada gira mundial de 1972, cuando emprendió un fatigoso tour por 20 ciudades, de Dublín a Jerusalén. Si no fuese porque no creemos en esas cosas, hablaríamos de mal de ojo: cuando no se trata de graves problemas técnicos son promotores hostiles, servicios de seguridad violentos, fans quejicas o grupis ardientes. En mitad de todo ello, el paciente Cohen se lo toma con filosofía, y cavila (en directo, o en privado) sobre su arte, sobre el éxito (“el éxito es supervivencia”), sobre su conexión con todas esas canciones (“estoy condenado a repetirlas como un loro encadenado a su soporte”), sobre cómo una canción puede “volverse inhabitable, cuando pierdes contacto con la emoción”. Y bromea. Se ríe de sí mismo, y de su aureola de tipo atribulado, y de todos los traspiés (“Me he deshonrado a mí mismo, Tony”). Y toca, claro: “Suzanne”, “Sisters of mercy”, “So long Marianne”… Un sabio de la música popular cazado en un periodo crucial.
10 de mayo de 2018, 20.00 horas
Maria Callas: Callas
Director Tony Palmer
United Kingdom / 91 min. / 1987 / VOSE
La Callas, súper-soprano orgullosa pero insegura, a dentelladas con la prensa y presa de una tormentosa pasión con el vil magnate Onassis, vivió casi como un personaje de sus arias. Esta es la increíble historia de su espíritu, arte, sempiterno combate interior, así como la de los hombres que la moldearon y adoraron. Y rompieron.
Maria Callas, la súper-soprano grecoamericana, vivió como un personaje de ópera. Su historia es un aria. Bienvenidos a una “de las grandes historias trágicas de amor de nuestros tiempos”, como afirma el filme. Esta es la increíble saga de su espíritu, arte, sempiterno combate interior, así como la de los hombres que la moldearon y adoraron. Y rompieron. Hallarán metamorfosis y renacimientos: de soprano obesa que “parecía la estatua de la libertad” pasó a ser una especie de Audrey Hepburn operística. Hallarán directores que la cuidaron (como Visconti), y gigolós que la timaron: fue presa de una tormentosa pasión con el vil magnate Onassis (“estoy a su merced, soy como una virgen”, afirmó, desvalida) que dominaría su vida entera. Vivió a muerte sus personajes, peleó a dentelladas con la prensa, fue malentendida y calumniada. Pero, a pesar de todo, conservó su dignidad, su carácter, su presencia, su VOZ. Tony Palmer satisface de una vez por todas nosotros la gigantesca fascinación post-mortem de la Callas.
17 de mayo de 2018, 20.00 horas
The Beatles: All my loving
Director Tony Palmer
United Kingdom / 55 min. / 1968 / vose
Palmer mira el pop con sus ojos de 1968, dando voz a detractores, practicantes y reyes coronados. Un cura compara Londres con Sodoma y Gomorra mientras McCartney habla de usar su poder para el bien. La música clásica empieza su declive. De camino escuchamos piezas en directo de Cream, The Beatles, The Who o Eric Burdon.
En esta soberbia obra, Tony Palmer mira el pop con sus ojos de 1968, lo encierra en ámbar en un momento decisivo. Es como leer un artículo de la época, sin la perspectiva que otorga el paso de las décadas, cuando todos sus participantes están colocados en contexto. All my loving da voz a detractores, practicantes y reyes coronados. Es fácil olvidar el rechazo que provocaba la música pop entonces: un cura compara el Swinging London con Sodoma y Gomorra, una figura de autoridad define el pop como “los balbuceos grotescos de una juventud atiborrada de drogas” (rían aquí). En el otro lado del cuadrilátero, los buenos: McCartney habla de usar su poder para el bien, Kit Lambert comenta que el momento de la ópera ha pasado, y que el pop es “la música clásica de ahora”. Manfred Mann se queja de la prensa amarilla, Pete Townshend muestra a la audiencia su “personaje frustrado”. Suenan Cream, The Beatles, The Who o Eric Burdon. Oh, y Anthony Burgess resulta ser el enemigo #1 del pop. Quien lo hubiera dicho, de no ser por Palmer.