Taller de danza «La buena obra» | Luz Arcas – La Phármaco

Cursos y Talleres, danza

4 y 5 de febrero de 2025 | De 10.00 a 14.00h

Para mayores de 65 años

Curso completo

 

 

Como parte esencial de «La Buena Obra», tercera pieza de BEKRISTEN / Tríptico de la Prosperidad, este taller de movimiento abre un espacio único de creación y transformación para personas mayores de 65 años. Inspirado en la reflexión sobre el cuerpo humano en su proceso de obsolescencia, el taller no solo busca cuestionar las dinámicas sociales que relegan a los cuerpos fuera de la productividad, sino también devolverles protagonismo y conexión.

El taller se llevará a cabo los días 4 y 5 de febrero. Al finalizar, se seleccionarán seis participantes que formarán parte del elenco principal. La obra final, protagonizada por los seleccionados, se presentará el 15 de febrero.

Los participantes seleccionados deberán contar con disponibilidad para ensayar del 10 al 13 de febrero, en horario de 10:00 a 14:00. Además, se requerirá su participación los días 14 y 15 de febrero, con horarios por confirmar. La participación en la obra será remunerada.

 

La buena obra es la tercera pieza de Bekristen – Tríptico de la prosperidad. La pieza aborda el proceso de  obsolescencia del cuerpo humano, estableciendo un símil con la  deriva de los aparatos tecnológicos, así como la triste analogía  entre las residencias de ancianos y los puntos limpios de basura.  ¿Qué hacemos con los cuerpos que están fuera de la rueda de  la productividad? ¿Qué tipo de sociedad destierra a los cuerpos  mayores, y qué nos genera ese destierro internamente, como  individuos? 

La buena obra está protagonizada por ocho personas  mayores de 65 años, edad oficial de la jubilación en España, con o sin experiencia escénica previa. Seis de esas personas serán  seleccionadas en cada localidad en la que se represente la obra. 

Se trata de un proceso que busca sacar a los participantes  de sus rutinas, devolverles el interés por una experiencia  novedosa, creativa, de conexión con gente nueva y estímulos  nuevos. En primer lugar, se lleva a cabo un taller de movimiento  para aproximadamente 20 participantes. No importa la  experiencia previa, ni los condicionantes físicos. La única  condición es que sean personas mayores de 65 años con ganas  de investigar en las posibilidades creativas de sus cuerpos y de  sumergirse en nuevas experiencias coreográficas sencillas, que abarcan desde la visualización  de sensaciones físicas, ejercicios de equilibrio, memoria  espacial, coordinación o resistencia, todos abordados desde la  improvisación y la creatividad, potenciando las peculiaridades  y personalidad de cada intérprete. Tendrá especial importancia  la capacidad de trabajar en grupo y el respeto a la concentración  colectiva. 

Tras ese primer taller colectivo, se seleccionarán seis  personas que formarán parte del elenco del espectáculo final.  No se trata de una figuración superficial, estas personas serán  protagonistas del espectáculo, potenciando su implicación y la profundidad de la experiencia. Se llevarán a cabo varios ensayos  con los seleccionados a fin de ajustar las coreografías ya creadas  por Luz Arcas a estos nuevos intérpretes, a sus características y  peculiaridades. 

Los resultados, tanto a nivel humano como escénico, están siendo tremendamente enriquecedores para todos los que  participamos en la experiencia. 

 

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